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Cerrar etapas, cerrar emociones

Todo concluye, pero nada perece

Cerrar etapas, desprenderse de esos sentimientos que te aportan seguridad, que son como tu colchón de protección es lo más difícil que puedes hacer. 

Cuando intentas acabar con una situación, ya sea por la razón que sea, comporta río de lágrimas y malos momentos. Lágrimas de dolor, de felicidad, lágrimas saladas, discusiones en las que no te callas nada, en las que lo callas todo. En definitiva, parece que el sufrimiento no se termina nunca. 

Pero se termina, cuando menos te lo esperes mirarás hacia atrás y podrás decir : suerte que lo hice en su día. 

No puedes intentar encajar una pieza donde no le pertenece, no puedes intentar gustarle a alguien cuando ha demostrado que no quiere, no puedes intentar convencerte de que si cuando sabes que no. 

Tenemos que aprender a aceptar los no, no a rebatirlos e intentar cambiarlos a si. Si lo intentamos solo conseguimos dolor, malos ratos, estrés, ansiedad, angustia.. No conseguimos nada bueno. 

Un día de felicidad no compensa los 100 días de tristeza. 

Eso no quiere decir que no encontremos lo que realmente nos comporta 100 días de felicidad y uno de tristeza. Se trata de seguir buscando, no rendirse. Poner un pie delante del otro, levantar la cabeza y seguir como si nada. Al seguir te conviertes en valiente y solo por intentarlo ya has conseguido un éxito.  No dejes que nadie te diga lo contrario. Si te dicen que por abandonar la estás cagando, dejales que sigan pensando a sí. Para mí demuestra más el que tiene claro lo que quiere, lo demuestra y intenta conseguirlo de otra forma que le proporciona más felicidad. 

Nadie sabe como piensas, solo lo sabes tu. Puedes hablar mucho con una persona en concreto, pero al final de día siempre hay algo que te guardas para tí. Ese algo es lo importante para ti, es lo que hace que los otros no entiendan tus elecciones, que las critiquen y las intenten cambiar. Si tu las tienes claras sigue adelante. No dejes que cambien tu camino. Es TU camino, no el suyo. eres tú quien se tiene que equivocar, quien se tiene que levantar si se cae y tu quien tiene que ir a recoger el premio si lo gana. No ellos. 

Sigue tus sueños, al final del día solo estarás tu para apreciarlos. 

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