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¿Decepcionada con el mundo o conmigo misma?


¿DECEPCIONADA CON EL MUNDO O CONMIGO MISMA?

¿No habéis dicho nunca: estoy decepcionada con el mundo, o que decepción más grande que esto siga pasando en el mundo?

¿Realmente estamos decepcionados con el mundo? Si te paras a pensar, en el mundo hay más de 7 mil millones de personas, ¿Realmente estamos decepcionados con toda esta gente? ¿O sólo con algunos? ¿Estamos decepcionados con ellos o con nosotros?

Te paras a pensar, y te das cuenta que realmente no estas decepcionado con el mundo, estas decepcionado con lo que te rodea. Pero... ¿Estás decepcionado o tienes los estándares de valor muy altos? ¿O son ellos que los tienen bajos? ¿Eres un perfeccionista o al mundo no le importa la perfección? ¿Eres generoso, o todo el mundo solo piensa en él? ¿Eres el único que cree en el amor o a la gente le dan igual los sentimientos?

Muchas preguntas, la mayoría sin respuestas. Si tienen respuesta, es una válida para pocos. No una respuesta global.

En la escuela te enseñan unos valores, que según ellos son muy importantes para el día a día. En principio en tu casa te enseñan otros. Muchas veces coinciden, en otras no. ¿Por qué no coinciden? ¿No tendrían que ser los mismos? Los dos te preparan para el futuro, pero ¿Por qué para unos es más alto el valor de la competitividad que el del compañerismo? ¿Porque en la escuela te ponen barreras y en tu casa te las quitan?

En las tardes en las que no tienes nada que hacer y te pones a pensar te das cuenta de muchas cosas, esas cosas que realmente tienes miedo a preguntar en voz alta, por miedo al qué dirán, por miedo a quedar como un tonto, por miedo a que no sepan la respuesta. No tengas miedo de preguntar, preguntando se llega lejos. El que no pregunta no avanza, las preguntas mueven el mundo. Si preguntas, otros se ponen a pensar, a pensar en lo que está bien, en lo que está mal, en que se tiene que mejorar, en que se tiene que dejar de pensar. Simplemente se ponen en movimiento y se mueven. Se mueven para dejar de estar decepcionados. Decepcionados con quien sea. Solo se mueven para quitarse ese sentimiento negativo, sentimiento que solo te quitas si dejas de pensar en ti, y piensas en lo que te rodea.

Doy las gracias por esa gente, esa gente que se mueve para mejorar tu mundo, tu día a día, aunque sean pocos, están ahí y te facilitan el avanzar, el poder prosperar, y realmente ni los notamos. Son personas que no lo hacen por el reconocimiento, sino porque quieren. Quieren que tú puedas vivir mejor, que tú no te sientas decepcionado. Decepcionado con lo que sea. Pero intentan evitarte el sentimiento. Así que, Gracias, muchísimas gracias. 


Ubicación:

San Pawl il-Baħar, Malta

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NUNCA TE RINDAS




DONDE TERMINA EL ESFUERZO, COMIENZA EL FRACASO. NUNCA TE RINDAS.

Nunca te rindas, bonita frase. Fácil de decir, difícil de aplicar. ¿No os habéis encontrado nunca diciendo, voy a hacer esto, lo otro, luego esto… y terminando haciendo nada, o empezarlo pero terminar al día siguiente? ¿al hacer eso, nos convertimos en fracasados, en perdedores? ¿O simplemente somos así y nunca vamos a cambiar? 

En mi vida he tenido muchas ideas, ideas que si hubiese llevado a cabo ahora mismo quizá estaría en otro lugar. Ideas buenas o malas, pero como nunca las he desarrollado se han quedado ahí, en ideas. No en hechos. Los hechos, son las ideas que nos atrevemos a exponer al mundo, unas ideas que no sabes como van a terminar, pero tienes la voluntad y la fortaleza para decir: Mi idea vale, y lo voy a demostrar. 

Las cosas se quedan sin hacer por pereza muchas veces, pero otras veces por el miedo. Miedo a descubrir su final, miedo al fracaso, a la opinión de la gente, porque seamos realistas, la opinión de la gente importa, aunque te digas que no te tiene que afectar. Si no te afectase, vivirías en un mundo en el cual solo te importa lo que pienses tu y ya. Sin amistad ni nada. Porque la opinión que más nos importa es la de los seres queridos. La del vecino también, pero no tanto. Te puede molestar una opinión, pero tienes que aprender a tolerarlas y contestarlas. Tienes que aprender a diferenciar a las personas, sobretodo a aquellas que solo intentan hundirte. Porque de estos hay muchos. No todo el mundo es generoso, algunos, sigo sin entender por que, buscan tu fracaso. 

El fracaso, se lo busca uno solo, no necesitamos a nadie mas que nos ayude. El fracaso es dejar de implicarte. Cuando fracasas es porque no te has esforzado lo suficiente. Si no te has esforzado lo suficiente, no lo querías tanto. Si quieres, puedes. O al menos eso dicen. Yo reconozco que muchos de mis fracasos, que han sido muchos, son debido a dejar de pelear, de esforzarme. Pero he llegado a un punto en que estoy harta. Quiero cambiar el rumbo de mi vida y empezar a ganar. Empezar a dejar de fracasar. Porque el fracaso me ha acompañado tanto tiempo que estoy harta. El fracaso, a parte de dejarte sin nada, te deja también sin autoestima, sin ganas de hacer nada, pensando en que no vales para nada. El fracaso realmente, es mental. Si tu tienes una estabilidad mental, no fracasaras. ¿Por que la gente que empieza algo lo termina? Porque le ponen ganas, están motivados en su proyecto, sea el que sea. Mucha gente que está motivada, fracasa por culpa de otros, pero los que realmente ganan, son aquellos que superan sus miedos, superan las opiniones, se apartan de la gente que les quiere hundir y luchan. Luchan por sus sueños. Esos sueños que tuvieron y que tienen la intención de cumplir. Esa gente son valientes. Valientes que triunfan, valientes que saben lo que cuesta triunfar. 

He decidido dejar atrás mi era de fracasada, y convertirme en valiente. A ver cuanto tardo.

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Problemas


Observo, me callo, me decepciono, sonrío y continúo.

Esta frase es el “motto” de muchísima gente, incluida yo. Muchas personas no afrontamos los problemas, dejamos que ocurran y seguimos. Siempre nos dicen que los problemas se tienen que afrontar, sino luego no puedes continuar viviendo, que son como una pelota que se va haciendo mas grande, hasta que explota. Somos de esta manera, somos personas con muchísima paciencia, para algunas cosas pero para otras no. Personas que hartas de afrontar problemas, cuando se topan con uno nuevo, dejan que pase como si nada. Acostumbrados a tener que lidiar con ellos, llegan a un punto en que dicen basta. Simplemente se quedan ahí parados, esperando a que pase la tormenta. Porque como dicen, después de la tormenta siempre viene la calma. (Aunque luego vuelva la tormenta). 

Muchos problemas no son afrontados, miles de personas consideran que para que perder el tiempo afrontandolo, lo esquivas, o lo dejas pasar y luego se termina. Pero realmente no se termina nunca. El problema si no lo solucionas no se solucionará por arte de magia. Quizá hibernará por un tiempo, pero luego volverá. 

De pequeña me decían: “Oir ver y callar” y esta frase la he aplicado en todo lo relacionado con mi vida, hasta que he dicho basta. Basta de callar, de no afrontar los problemas, de sufrir interiormente. Los problemas se tienen que afrontar, tarde o temprano, te guste o no. Si no se convierten en tu sombra, en parte de ti, hasta que no puedes más y explotas. 

Decir que vas a afrontar el problema es fácil, lo difícil es aplicarlo. No todo el mundo lidia con las cosas de la misma manera, ergo, no todos podemos actuar igual. Cada uno tiene que encontrar la forma de poder actuar, sin perder su esencia. Enfrentar un problema no es repartir “hostias a todo dios”, es argumentar, dialogar, en un tono más alto o bajo, pero sin llegar a las manos. 

Aprender a abordar un problema es un camino muy largo, no se consigue de la noche a la mañana, pide su tiempo, su dedicación. Como cuando intentas convertir una cosa en un habito de tu día a día. Dicen que para que algo e convierta en un habito, tienes que repetir ese proceso 21 días seguidos. Solo luego podrás decir que es un hábito. Con los problemas pasa igual. A medida que va afrontandolos uno a uno, luego se convertirá en una cosa que harás con los ojos cerrados. 

Aunque no lo parezca, los problemas no son negativos . Te proporcionan una lección que puedes seguir aplicando día a día. Un problema es una oportunidad, una oportunidad de mejorar, de madurar, de crecer como persona. Un problema es positividad. Es optimismo.

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