Qué rápido pasa el tiempo

Estaré bien, lo prometo, pero dame tiempo

Una semana. Me queda una semana para cumplir un año más, para dejar un año atrás. 

Miro hacia atrás y me doy cuenta que no he aprovechado mi vida, no he vivido todo lo que tenía que vivir, no he disfrutado de mi vida. Me doy cuenta que sigo sin disfrutar, sin reír por tonterías, sin ser feliz. 

Dicen que los años arrugan la piel, pero renunciar al entusiasmo arruga el alma, y me doy cuenta que mi alma está arrugada, no un poco, sino que es como una bola de papel la cual has arrugado, aplastado sin compasión. Y es ahí cuando me doy cuenta que he sido yo quien la ha destruido. 

He sido yo quien ha renunciado a creer. A creer en los momentos bonitos, en las personas, en el universo, en mi misma. 

Mirando hacia atrás me doy cuenta que el tiempo pasa, pasa muy rápido, sin que seas consciente, y cuando paras a mirar te fijas en que todo sigue igual, menos tú. Tú eres más viejo, más sabio pero más triste. 

Es el primer año de toda mi vida que no tengo ganas de que llegue mi día, y al preguntarme porque, no puedo obtener una respuesta. Intento descubrir el porque pero fracaso, como con casi todo. 

Cansanda...

Hay heridas que nunca se ven en el cuerpo que son más profundas y dolorosas que cualquiera que sangre

Estoy cansada, cansada de fingir, cansada de callar, cansada de no poder explicarme. 

Nunca dejéis que alguien reprima vuestra voz. Una vez lo hacéis nunca más vais a hablar. No vas a volver a sentir, esa fortaleza que notas cuando levantas la voz, cuando compartes tu opinión con el mundo. 

Simplemente pasas a sentir un vacío, un vacío inexplicable, un vació que cada vez va aumentando. Que cuando intentas cubrirlo, sacar tu fuerza de voluntad, te engulle como un agujero negro. 

Hay momentos en los que miras atrás y te das cuenta que ya no sonríes con la misma facilidad que antes, que te sientes como un perro viejo, que ya está curado de todos los males, y que primero espera la patada antes de recibir nada. 

Te sientas mirando a la nada pensando en lo que te has convertido y te das cuenta que no sabes como cambiar, como volver a ser la que eras antes. Pero sabes que es imposible volver a atrás. Sabes que si continúas así estás más protegida, pero más sola. Sabes que cada vez que callas, evitas una pelea, un dolor de cabeza, un mal rato. Así que ¿para qué hablar?

Van pasando los días, los meses, los años y tu opinión no cambia, hasta que te das cuenta que así no puedes seguir. Porque te miras al espejo y ves una cara sin sonrisa, sin felicidad, sin alegría. Una cara que parece que solo pasa los días, sin disfrutar, sin apreciar todo lo que te rodea. Solo sobrevives. 

Haces esto, sobrevivir, porque lo que estás haciendo no es vivir. 

Intentas cambiar, intentas hablar, lo consigues unos meses pero cuando alguien te hace daño vuelves al punto de partida. Nunca vuelves a vivir. Siempre estás sobreviviendo.

Te das cuenta que vives mirando los amaneceres, los que te marcan un inicio, esos que muestran la belleza del mundo sin la intervención de la humanidad. Esos amaneceres que por un instante te hacen sentirte como antes, con un propósito. 

Sigue mirando amaneceres siempre que puedas. Son tu mayor apoyo. Siempre salen, siempre estarán ahí para marcarte el inicio.  

¿Vale la pena sufrir?

En los peores momentos encontramos las mejores soluciones.

¡Buenas!

¿Como estáis todos?

¿No os habéis preguntado nunca, porque estoy haciendo esto si no me termina de convencer?¿Porque sigo si estoy sufriendo? ¿Porque he dicho esto si se que le va a sentar mal y luego voy a tener remordimientos?

Yo casi cada día me hago estas preguntas. He llegado a la conclusión, que lo que te hace sufrir esa piedra con la que tropiezas como un tonto cada vez que te levantas. Que lo único que tienes que hacer es "machacar" esa piedra, no dejes que te haga volver a tropezar. Si la dejas, está ganando la batalla ella, no tu. 

Esta piedra, por decirlo de una manera es como la confianza. La confianza te la tienes que ganar, el respeto más de lo mismo. Tenemos que hacernos respetar. 

Desgraciadamente, en esta vida muy poca gente sabe lo que es el respeto, la confianza, amistad, etc. 

Y nos preguntamos el porqué. Es muy simple la respuesta. En su día quizá nosotros no lo hemos ofrecido, quizá esa persona ha sido dañada y ya no quiere saber nada de nadie, simplemente quiere vivir su vida sin complicaciones ni nada. 

No nos damos cuenta que la gente es mucho más de lo que muestra. Muchísimas veces infravaloramos a las personas porque no se comportan como nosotros queremos. Se tiene que tener en consideración que cada uno es como es, no podemos pretender que en una misma situación la gente actúe como tu quieres. Por ejemplo, a muchos cuando los dicen un cumplido no dicen gracias, no porque sean unos bordes, sino porque simplemente no se los creen, se piensan que les están mintiendo, así que, ¿para que dar las gracias por una cosa que tu no crees que sea verdad? Muchos diréis, pero se llama educación, aunque no te lo creas das las gracias y ya. 

No nos damos cuenta que nuestra mente es nuestro peor enemigo. Cuando no estas acostumbrado a los cumplidos, o tu mismo te infravaloras, a la mínima que te dicen algo bonito le das vueltas, lo desintegras, intentas atar cabos, buscar las razones. En definitiva te complicas la vida, cuando lo fácil (difícli) sería aceptarlo y ya. 

Algunos dicen que las segundas partes nunca fueron buenas, otros que sin ellas no seríamos quienes somos. Si tuviese que opinar diría que las segundas oportunidades te sirven para darte cuenta de como es realmente la gente, de aprender de las situaciones y para valorarte más. En las segundas oportunidades te das cuenta de lo que no quieres realmente, de como lo quieres y cuando lo quieres. 

No dejes que nadie ni nada te impida ser tu mismo. 

Así que como un diente de león, despréndete de lo malo y echa a volar cuando veas que los vientos no te agradan. 

Qué hacer cuando no sabes que hacer con tu vida:

Cuando estás melancólico, cuestionandote los "porqués" de tu vida, pensando en el rumbo que estás siguiendo, y no sabes que hacer para cambiarlo. Huye. Corre lo más rápido que puedas, hasta que te salgan ampollas en los pies. Pero no pares. Porque una vez empiezas a cuestionarlo todo, entras en un espiral del cual es muy difícil salir.

Es espiral te va rodeando, hasta envolverte entera y ya no puedes escapar. Ese espiral, el cual tienes como una nube negra en la cabeza, la cual no te deja sola, siempre te acompaña es lo peor. Tienes que huir de el, no puedes dejar que te consuma. si te consume estas perdido. 

Cuando empieces a cuestionarlo todo, pregúntate porque, porque te preguntas estas cosas. Que ganas cuestionandote estas cosas. ¿Serás mejor persona, te va a beneficiar psicológicamente ? Ya te digo ahora la respuesta, NO. Solo consigues enfurecerte contigo misma, defraudarte, y decepcionarte. 

Muchos diréis pero, si no te lo cuestionas, no estas siendo real contigo misma. Y es verdad. Pero en algunas situaciones es mejor no ver la realidad, porque para lo que hay que ver... 

Cerrar etapas, cerrar emociones

Todo concluye, pero nada perece

Cerrar etapas, desprenderse de esos sentimientos que te aportan seguridad, que son como tu colchón de protección es lo más difícil que puedes hacer. 

Cuando intentas acabar con una situación, ya sea por la razón que sea, comporta río de lágrimas y malos momentos. Lágrimas de dolor, de felicidad, lágrimas saladas, discusiones en las que no te callas nada, en las que lo callas todo. En definitiva, parece que el sufrimiento no se termina nunca. 

Pero se termina, cuando menos te lo esperes mirarás hacia atrás y podrás decir : suerte que lo hice en su día. 

No puedes intentar encajar una pieza donde no le pertenece, no puedes intentar gustarle a alguien cuando ha demostrado que no quiere, no puedes intentar convencerte de que si cuando sabes que no. 

Tenemos que aprender a aceptar los no, no a rebatirlos e intentar cambiarlos a si. Si lo intentamos solo conseguimos dolor, malos ratos, estrés, ansiedad, angustia.. No conseguimos nada bueno. 

Un día de felicidad no compensa los 100 días de tristeza. 

Eso no quiere decir que no encontremos lo que realmente nos comporta 100 días de felicidad y uno de tristeza. Se trata de seguir buscando, no rendirse. Poner un pie delante del otro, levantar la cabeza y seguir como si nada. Al seguir te conviertes en valiente y solo por intentarlo ya has conseguido un éxito.  No dejes que nadie te diga lo contrario. Si te dicen que por abandonar la estás cagando, dejales que sigan pensando a sí. Para mí demuestra más el que tiene claro lo que quiere, lo demuestra y intenta conseguirlo de otra forma que le proporciona más felicidad. 

Nadie sabe como piensas, solo lo sabes tu. Puedes hablar mucho con una persona en concreto, pero al final de día siempre hay algo que te guardas para tí. Ese algo es lo importante para ti, es lo que hace que los otros no entiendan tus elecciones, que las critiquen y las intenten cambiar. Si tu las tienes claras sigue adelante. No dejes que cambien tu camino. Es TU camino, no el suyo. eres tú quien se tiene que equivocar, quien se tiene que levantar si se cae y tu quien tiene que ir a recoger el premio si lo gana. No ellos. 

Sigue tus sueños, al final del día solo estarás tu para apreciarlos. 

Vivimos como soñamos, solos

A solas soy alguien. En la calle nadie.

Mañana soleada, tarde lluviosa. 

Solo tienen en común una cosa. Esa en la que realmente no piensas, la que ni en un millón de años dirías que lo tienen en común. La soledad. Podemos estar rodeados de miles de personas maravillosas, pero al final estamos solos. Solo nosotros podemos descubrir nuestro futuro, y para eso tenemos que hacerlo solos, sin ayuda de nadie. Es nuestro futuro, no el de ellos. 

Tenemos que aguantar la soledad y lo que representa. La tristeza, las lágrimas, los fracasos, las decepciones.

Seamos realistas, mucha gente esta dispuesta a aplaudirte por tus logros, pero cuando quieres contarles que está mal contigo huyen, o hacen como si nada estuviese mal. 

Somos humanos, todos nos sentimos tristes, tenemos que aprender lo que es la empatía, ponerte en el lugar de otro, intentar entenderlo y no pretender que te entiendan solo a ti pero tu no los entiendes a ellos. 

No podemos pretender que la gente se arregle porque tu no estás en tu mejor momento. Quizá la otra persona está igual que tú o peor. Nunca des nada por hecho. Con eso solo te perjudicas a ti, no sabrás diferenciar lo verdadero de lo fraudulento. 

En esos momentos de soledad, te das cuenta de como ha cambiado tu vida, de lo diferente que es, de la gente que te valora y la que no, de los momentos en los que tenias que decir no. Esa palabra, con solo dos letras, la que te hubiese ahorrado muchos sollozos, muchos malos momentos, muchos disgustos. 

Esos días con cambios de tiempo radicales te das cuenta que realmente intentas sobrevivir... Sin conseguirlo. 

En esta vida o arriesgas o te ganan.

Ningún camino de flores conduce a la gloria.

Como dicen los ingleses long time no see. (Vamos que perdón por estar desaparecida) 

Algunos os imaginareis por que (o no). Otros simplemente pensabais que había abandonado. 

Pero no. 

He vuelto. No con las pilas cargadas, pero he vuelto. 

Después de un mes con exámenes finales, con pensamientos oscuros, he decidido ponerme a escribir. 

Porque me he dado cuenta que escribo para poder plasmar mis ideas, sentimientos, etc y  olvidarlas, quitarmelas de la cabeza. 

He superado un semestre (quien dice superar, dice que me ha superado él a mi). Actualmente, estoy en una mentalidad negativa. Soy consciente que no me sirve de nada el pesimismo. Pero algunos ya sabréis que es muy difícil salir de él. 

Al realizar los finales me he dado cuenta que la carrera no es para mi. Si me gusta la informática, me encanta, pero no la ingeniería informática.

Así que el titulo... Yo he arriesgado y me han ganado. 

No quiere decir que haya dejado la carrera, eso no.  Este año lo termino si o sí. Mejor o peor, pero lo termino. Muchos diréis: ¿pero si no te esta gustando para que continuas? ¿Te gusta sufrir? 

Esas preguntas me las he hecho mil veces, y solo puedo decir que: No es que no me guste, es que no me he adaptado, es que a mi me gusta otra parte de la informática. Me gusta el diseño web, la parte audiovisual, etc. 

Yo cuando empecé la carrera, la empecé con unas ideas prefijadas (muchas inducidas por gente que la había hecho y me había contado, otras por las jornadas de puertas abiertas y otras por mi mente imaginaria) y al ir avanzando en el semestre se me han ido derrumbando una a una. También tiene mucho que ver la vagancia, como ya comenté en otro post (Se acercan tiempos difíciles...).

Al pensar en refranes tipo: quien la quiere la consigue, si quieres puedes, etc. Me doy cuenta que realmente yo no quería. No quería esta carrera. Más que nada por miedo. Miedo al fracaso, miedo al esfuerzo. 

Y me he dado cuenta que sin esfuerzo no obtienes nada. No va a bajar nadie del cielo y te lo va a traer. Solo tú puedes conseguir tus metas. Nadie lo va ha hacer por ti. 

Así que por eso he decidido continuar este año la carrera. El año que viene... eso me lo pienso más adelante. (Aunque alguna idea tengo)

Año nuevo, vida nueva... O eso dicen

Quiero creer que voy a mirar este año como si fuese la primera vez que desfilan 365 días ante mis ojos. 

¡Hola gente! 

¿Como os ha ido la entrada al 2016? 

Yo puedo decir que me ha ido bastante bien. He arreglado cosas que veía imposibles, he destrozado otras. En definitiva, algo ha cambiado pero como si nada. 

Lo que si puedo asegurar es que me ha dado que pensar.

Me ha hecho pensar en lo frágil que es la mente, en la delgada línea entre amistad y falsedad, en la distancia que hay del amor al odio. 

Siempre he sido una incrédula en lo relacionado con el año nuevo. Terminé el año sin ganas de nada y  este lo he empezado con ganas de disfrutarlo. Con la gente que realmente si quiero a mi lado. 

Intentando aclarar a quien quiero alejar y a quien quiero recuperar. 

Una persona, de la cual no me lo esperaba, porque seamos realistas yo no me lo merecía, me dio un consejo. Como buen sagitario los consejos siempre me han resbalado, pero este lo escuché. Quizá por de quien venía, quizá por su significado, quizá por el momento. Eso nunca lo sabré.

El consejo era este: Haz lo que tu sientas en ese momento, si quieres ve, si no, déjalo. 

Muchos diréis (o no) vaya consejo más chorra. 

Para mi no lo fue. Es de esos consejos que necesitas en un momento determinado, con el cual no contabas, el cual no esperabas y no creías necesitar y terminas utilizando. 

Con la tontería este consejo me ha servido para hacer frente a muchas cosas, a no callarme algunas otras y a rebatir las restantes. 

Gracias por dejar que empiece el año con vosotros!

Así que me vais a perdonar pero hoy mi entrada va para darle las gracias a esas personas. 

Mis amigos. 

Esos que han estado ahí en las malas, en las buenas. Cuando he sido una gilipollas. Ellos sin que yo lo sepa han estado ahí. Esperando a que recapacite, a que reaccione a que me de cuenta de muchas cosas, a que me de cuenta de mis cagadas. 

Así que gracias. Gracias por todo corazones.

No voy a decir que espero no cagarla porque seamos sinceros, soy sagitario tengo una bocaza que cada 4 de 3 frases que salgan de mi boca van a ser para meter la pata. Pero voy a intentar que sea 2 de cada 3. Y que cuando la cague reaccione de golpe. 

Os quiero aunque os lo demuestre muy poco! 

Besos para todos!

Hasta pronto! 

Judith