Cuidado con los miedos, les encanta robar sueños.
Pequeñas personas, grandes miedos. Grandes personas, grandes miedos. Los dos tienen en común el tamaño de sus miedos. Todos los miedos son grandes. No los podemos infravalorar. Si los infravaloramos, toman el control de nuestra vida. Nos impiden avanzar, prosperar, nos impiden alcanzar nuestros sueños. Los sueños solo se cumplen, si vences a los miedos.
En mi vida he cometido muchos errores, he tropezado con la misma piedra dos veces y cuando pensaba que era la última, me empujan a la tercera. He llorado por quien no debía, y he reído con falsas amistades. He perdonado mucho, hasta que me tomaron por tonta y deje de regalar los lo siento. He callado te quieros por miedo, y otros los he regalado por cumplir. Me he levantado muchas veces con ganas de comerme el mundo, otros días con ganas de que el mundo se me comiera a mí. He gritado con fuerza, pero mi voz nunca salía. He callado verdades para no hacer daño.
Hasta que aprendí. Aprendí que los amigos son los que cuentas con los dedos de una mano. Los que están en lo malo y en lo bueno. Los que cuando los necesitas no tienes que llamarlos. Saben que algo está mal. Que los de tu casa son lo primero. Los otros están de más. Que amigos se convierten en los de casa. Y que familia se convierte en desconocido. Que, en momentos de bajón, solo hay esa persona que te puede animar, y que generalmente no está. Si en tu caso está, consérvala. No la dejes marchar. Si la dejas marchar nunca va a volver y se va a convertir en lo que más odias. Se va convertir en esa persona a la cual han hecho daño. Esa persona que harta de sufrir decide volverse como los demás, un mortal egoísta, al cual le importan muy poco los sentimientos de los demás.
No dejes que otros guíen tus sueños. Los sueños son tuyos. Tú los diriges. No dejes que socaven tu ánimo. Sin ánimo, no hay esperanza. Sin esperanza, no hay sueños.
No permitas que nadie guíe tu vida. Ni miedos ni personas. Tu vida es tuya. Tú haces lo que quieres con ella. Si quieres salir a la calle con vestido y deportivas, sal. No permitas que los prejuicios de la gente te guíen. Saca tu personalidad a la calle. Tú, con tu personalidad, eres más que una parte de un colectivo. Eres un colectivo. Tú eres tu mundo. No permitas que nadie ni nada te quite tu mundo.
